Lecciones del fin del paro en Puerto Coronel: diálogo efectivo, mejor gestión y autoridades presentes
El ministro de Transportes dijo que “no existe acuerdo que no se pueda alcanzar si existe voluntad de las partes para alcanzar un objetivo común y la disposición para dialogar”.
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Con más de un millón de toneladas de carga perdida, 27 naves sin poder zarpar, 56 días de paralización y unos US$ 100 millones en daños, el paro en Puerto Coronel dejó varias lecciones para la compañía, los trabajadores y las autoridades.
Un primer aprendizaje es que los conflictos son costosos y por ello “siempre se debe buscar el diálogo y éste se debe encauzar en términos razonables, pero cumpliendo con el estado de derecho”, concluyó Álvaro Ananías, presidente de CPC Biobío, quien hizo ver que en medio de la refriega “se quemaron trenes, se destruyeron rieles, se bloquearon caminos, todos ellos infraestructura crítica que no fue protegida de modo alguno por las autoridades”.
El ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, quien fue clave en destrabar el conflicto, resaltó este aspecto: “sin duda, mi principal aprendizaje es justamente algo que siempre he promovido, pero que ahora se hizo aún más patente y es que no existe acuerdo que no se pueda alcanzar si existe voluntad de las partes para alcanzar un objetivo común y la disposición para dialogar”.
Juan Carlos Muñoz, ministro de Transporte.
El secretario de Estado dijo que “soy un convencido que algo tan simple, pero esquivo muchas veces, como conversar de manera permanente, tratando siempre de buscar puntos de encuentro, podría haber evitado este conflicto, o al menos, en la magnitud que llegó a tener”.
La segunda lección que saca Álvaro Ananías es que la empresa es la que gestiona sus recursos y la llamada a tomar las decisiones que aseguren una mayor productividad y competitividad. Esto en relación tanto a definir cuántos turnos se hacen en el año y quién los hace, sistema que se conoce como la “nombrada”. Explicó que la administración de Puerto Coronel, encabezada por el gerente general Patricio Román, detectó un exceso de 30.000 turnos en el año, un tema que fue central en el conflicto y que no se ha resuelto, sino que es materia de negociación con los trabajadores, lo mismo que la implementación de la política de alcohol y drogas.
El ministro Muñoz señaló que “este tema será revisado en la mesa de trabajo que se acordó tras la mediación que encabezamos desde el Ministerio de Transportes” y añadió que “la nombrada es un sistema que funciona en muchos puertos para asignar turnos de trabajo a trabajadores eventuales a través de los sindicatos...Mi impresión es que los ajustes que el sistema requeriría en Coronel estaba ya bastante resuelto y muy cerca de un acuerdo”.
El ministro opinó que “cuando se quieren realizar ajustes orientados a mejorar la productividad en una organización, parece deseable que esos procesos se realicen en sociedad con los trabajadores, para evitar desconfianzas y temores. Los trabajadores entienden muy bien que la empresa necesita ser productiva y competitiva para seguir siendo fuente de empleo”.
El rol de la autoridad
Otro corolario del episodio es que, según Daniel Fernández, presidente del directorio de la Cámara Marítima Portuaria, “las autoridades no deben tomar palco en un conflicto con esta trascendencia”.
“No es un conflicto entre privados, como tampoco lo es si te asaltan en la calle”, explicó Fernández respecto de la renuencia de las autoridades a intervenir en la disputa. “El ministerio del Interior, a través de su autoridad regional representada en la delegada presidencial (Daniela Dresdner) debía intervenir y restaurar el orden público”, afirmó Ananías.
Tanto Fernández como Ananías criticaron la actitud del Gobierno en cuanto a no tener un rol más activo, cuya máxima expresión fue el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, quien señaló que “para eso hay un gerente, que tiene que hacer la gestión laboral y tiene que ser capaz de negociar”.
Ambos también destacaron el rol del ministro de Transportes que se apersonó en la zona desde el viernes 17 de mayo y el lunes 20 se logró un acuerdo para retomar las operaciones. “Él hizo una muy buena gestión y sólo nos resta agradecer su esfuerzo”, afirmó el presidente de CPC Biobío.